La historia del pollo a la marengo

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En el mundo de la cocina, existen algunos platillos que se han vuelto extremadamente populares, pero desconocemos sus orígenes. Hacer una recopilación de la historia y las curiosidades del arte culinario siempre resulta entretenido, por eso hoy te contamos la historia de uno de los platos que se dice deleitó el paladar de Napoleón Bonaparte. Se trata del pollo a la marengo, y su curiosa historia.

Una receta con fecha de nacimiento

Es quizás uno de los pocos platillos de la cocina mundial que se tiene constancia de su primera fecha de preparación. El 14 de junio de 1800, las tropas de Napoleón estaban en pleno combate con las tropas del imperio austro-húngaro. El lugar de combate era en los alrededores de Alessandria, una ciudad en la región de Piamonte, en las estribaciones del Marengo. En un radio que se extendía por casi 20 kilómetros, había repartidas pequeñas granjas.

La rotunda victoria de Napoleón, sorpresiva y hacia el final de la tarde, hizo que su hambre fuese voraz. No había comido nada en todo el día. Las tropas enemigas habían destruido las provisiones y la cocina móvil, por lo cual el cocinero llamado Dunand se las tuvo que ingeniar con lo que había alrededor. ¿Qué había?

Gallinas, huevos, un poco de pan, tomates, champiñones, cangrejos, aceite y un poco de vino blanco local. Dunand tuvo que hacer una receta con las cantidades que se estilaban para la época y pese a las restricciones. Recordó, para inspirarse, un preparado que hacían en los Alpes suizos, en el Jura, e ingresó a la historia de la gastronomía con un pollo que fue bautizado como la zona donde se cocinó por primera vez.

¿Cómo se hace el pollo a la marengo?

Salteamos el pollo con aceite y mantequilla por mitades. Lo bañamos con un decilitro de vino blanco y añadimos 12 cabezas de champiñón fresco, también salteado en aceite.

Agregamos una punta de ajo, un decilitro y medio de salsa media glasa y unas cucharadas de salsa de tomate, preferentemente tomate frito casero. Ponemos el pollo en una fuente, cubrimos con la salsa y los champiñones. Rodeamos con pedazos de pan frito y cortado con forma de corazón, cuatro huevos fritos y cuatro cangrejos cocidos en caldo corto. Se puede espolvorear la superficie con perejil picado.

El resultado es un pollo exquisito, con un sabor único y que además forma parte de la historia de la cocina. Es una de las técnicas de preparación de carnes de ave más deliciosas y extendidas, además de que suele ser relativamente fácil de preparar la tener ingredientes muy fáciles de encontrar.

Si estabas buscando alternativas para preparar un delicioso pollo, no olvides intentar las variantes de pollo a la marengo, combinando vino blanco, champiñones y otras setas. En versiones recientes, se ha eliminado la utilización de cangrejos, pero sirven como una contraparte al dotar de un sabor variado la preparación de una carne de ave que año a año invita a comensales de todo el mundo a deleitarse.

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