La salsa boloñesa es uno de los condimentos básicos para la pasta. Puedes utilizarla en pasta seca, pasta fresca, canelones, lasaña… e incluso puedes “experimentar” un poco en la cocina y prepararla gratinada con coliflor y bechamel.
Lo cierto es que es una salsa muy socorrida, que puedes hacer en grandes cantidades para congelarla y descongelarla cuando la necesites.
La receta que voy a enseñaros es la típica receta italiana, está muy buena y no requiere mucho trabajo, solo necesita un poquito de tiempo.
Ingredientes
– 700 gr. de carne picada de ternera o mixta (como prefieras)
– 1 lata grande de tomate natural triturado (700gr.)
– 1 lata pequeña de tomate en daditos (350 gr.)
– 2 cebollas medianas
– 2 zanahorias
– 1 vaso de guisantes congelados
– Aceite de oliva, sal.
Elaboración
Troceamos bien la cebolla y pelamos y picamos las zanahorias en trocitos pequeños. Cubrimos la olla con aceite de oliva y ponemos a rehogar las verduras. Cuando la zanahoria y la cebolla estén un poco blanditas añadimos la carne picada (que previamente habremos salado al gusto). Cocinamos todo hasta que la carne deje de estar roja, no hay que hacerla mucho, solo es para que coja un poco de color ya que se cocerá posteriormente. Cuando la carne esté un poco hecha añadimos el tomate en dados, dejamos que se cocine un par de minutos y añadimos la lata grande de tomate triturado. Este es el momento de echar los guisantes y poner la olla a fuego muy bajo. La idea es que la carne se cocine con el tomate.
Si quieres que salga una rica salsa boloñesa casera déjala que se cocine sin prisas, removiendo de vez en cuando para que no se queme. Normalmente en 1 hora y media o 2 horas la salsa está “en su punto”, lo notarás cuando esté espesa y todos los ingredientes bien cocinados.