Todos sabemos que hay comidas ideales para el invierno y otras que son especiales para el verano. Y no es ningún secreto, o quizá sea un secreto a “voces” que durante el invierno tendemos a comer más y a darnos quizá ciertos gustitos que durante los meses de calor nos pueden llegar a caer más pesados.
En este caso, te vamos a enseñar cómo preparar unos deliciosos chipás. Son ideales para la merienda, o también para el desayuno. Y ¿por qué no? Como un tentempié entre comidas. Por supuesto, y siguiendo la línea de lo que te marcamos en el párrafo anterior, se disfrutan mucho más en invierno porque deben servirse bien calientes.
Recuerda que su preparación es muy sencilla y solo te llevará 20 minutos tenerlos listos. ¿Preparado?
Lo que vas a necesitar de ingredientes es harina de mandioca, unos 500 gramos; 2 huevos (el equivalente a 100 gramos); manteca, 75 gramos; queso criollo unos 125 gramos; queso parmesano, también 125 gramos; leche, tan solo un pocillo, lo que equivale a 80 centímetros cúbicos; pimienta negra molida, tan solo un cuarto de cucharadita y finalmente nuez moscada, también un cuarto de cucharadita.
Lo primero que tienes que hacer es pasar la harina de mandioca por un colador fino o tamiz. De esta forma, una vez tamizada la harina, debes volcarla sobre la mesada, esparcirla bien, y hacer un hueco en el centro.
Allí, en ese hueco, debes colocar los huevos, la manteca blanda ya cortada en cubitos pequeños, el queso criollo también ya cortado en pequeños cubos, el queso parmesano rallado, la sal, la leche, la pimienta negra molida y la nuez moscada.
Como notarás, este primer paso es el más complejo, pero no por ello tan difícil. Asegúrate de que el hueco que hayas formado en el centro de la harina de mandioca esté bien reforzado en sus costados para que no termine derramándose toda la mezcla y puedas trabajar con cuidado.
El siguiente paso, ya implica “poner manos a la obra”. Debes comenzar a unir todos los ingredientes. Hazlo con tus manos, como para ir logrando una masa relativamente uniforme. Empieza en este punto ya a incorporar bien la harina de mandioca.
Lo que debes tratar de conseguir, en definitiva, es una masa lisa y homogénea, y para alcanzar esto deberás amasar por aproximadamente 5 a 6 minutos.
El resto ya es parte de los pasos finales de la preparación y darles forma a tus chipás. Para ello, haz pequeños bollitos de tamaños parejos y ve colocándolos en la asadera. Ten presente que al tener ya manteca la masa, no hace falta incorporarle grasa a la asadera a fin de que los bollitos que formaste no se peguen.
Deberás cocinarlos en el horno previamente precalentado a temperatura media, durante el transcurso de 15 minutos. Te darás cuenta de que tus chipás ya están listos cuando comiencen a elevar un poco su tamaño y se doren levemente.
Como te contamos en un principio, lo ideal es servirlos calientes o tibios. Y su sabor tiene mayor consistencia cuando están recién hechos. Pues bien, eso es todo, ¡disfrútalos!