Es imposible cocinar sin utensilios de cocina: con ellos se realiza la alquimia de los alimentos. Un cuchillo, una olla y una sartén bastan para cocinar, pero en nuestro día utilizamos bastantes más ¿verdad? Vale la pena detenerse a observar qué utensilios de cocina utilizamos: para qué nos sirven, de qué materiales son, qué es indispensable en ellos, en qué vale la pena invertir.
Utensilios de corte
Indispensables. Basta un cuchillo de chef y un puntilla o pelador para realizar la mayoría de operaciones en la cocina.
El cuchillo chef tiene que durar muchos años y ajustarse a la mano de cada uno. Y ha de utilizarse con placer, puesto que nos va a acompañar muchas horas de nuestra vida. Es importante por tanto detenerse a escoger el cuchillo chef con el que uno/a quiere trabajar en la cocina: si lo desea de una sola pieza, cómo quiere el mango, alguna marca predilecta… Eso sí, que sea de buen acero y del tamaño adecuado.
El cuchillo pelador o puntilla es pequeño y de punta afilada, idóneo para pelar y trabajar con agilidad o en tareas que necesitan un buen control de lo que se hace. Interesante que sea de la misma marca: se venden muchos packs de estos dos cuchillos básicos.
A partir de aquí, escoger el cuchillo extra que más se va a utilizar: para filetear, deshuesar, de jamón, de pan… Todos tienen que mantenerse afilados. Basta una chaira para eliminar los pequeños roces del día a día, y un afilador casero para mantenerlos de vez en cuando en perfecto estado.
Ollas y cacerolas
Al menos hay que tener dos. Una buena olla para hervir y hacer grandes cantidades. Y un cazo para calentar líquidos, salsas, chocolates o pequeñas cantidades.
¡Hay de tantos materiales! Las más prácticas son sin duda las de acero inoxidable. Si prefieres para toda la vida y bellas, no hay duda de que no hay nada como las ollas de hierro esmaltado de Le Creuset. Que por cierto tiene un Outlet donde encontrar chollos y oportunidades.
Las clásicas de aluminio están poco recomendadas en la actualidad, porque desprenden materiales pesados, nocivos para el cuerpo humano.
Sartenes
Aquí la gama es enorme. Imprescindibles una pequeña para tortillas, tortitas y crepes. Y una grande para el resto de preparados. En un segundo grado, una parrilla para hacer carnes, verduras y pescados a la plancha sin aceite.
Desde su aparición, parece que las sartenes antiadherentes son las universales. Sin embargo se está dando un movimiento de recuperación de sartenes naturales, que no exigen más que reaprender a cocinar con ellas para tenerlas en casa toda la vida, y cocinar de forma natural.
De entre ellas nos encontramos de 3 tipos:
- Sartenes de hierro: de hierro mineral B como las famosas sartenes francesas De Buyer, o hierro colado. Hay que cocinar con ellas con temperaturas medias. Y se deben lavar a mano, secar inmediatamente y cubrir de aceite para evitar que se oxiden. Por el contrario, consiguen que los alimentos extraigan todo su sabor, cocinan de forma natural y son para toda la vida.
- Sartenes de acero inoxidable: las que utilizan los profesionales de la cocina. Responden muy rápidamente al calor y se cocina a fuego vivo con ellas. Son muy ligeras y duraderas.
- Sartenes de cerámica: la cerámica en las sartenes, como en los cuchillos, se ha añadido a la lista de materiales saludables para cocinar. No retiene aromas ni sabores, no oxida los alimentos y permite cocinar sin aceite (en las sartenes). En los cuchillos y peladores, es muy muy afilado y no necesita mantenimiento durante varios años.
Otros utensilios de cocina
Por supuesto, a esta breve lista vale la pena añadir algunos artículos más interesantes para incorporar.
- Una balanza nutricional. En cuanto se quiere seguir alguna receta, es indispensable disponer de una balanza de cocina. Las digitales han sustituido a las antiguas balanzas mecánicas. Pero ya ha surgido la siguiente generación, que además de pesar, cuentan calorías, hidratos, proteínas, azúcares…
- Un escurridor. Hay en el mercado coladores polivalentes que se adaptan a diversas ollas. Tanto sirven para escurrir como de cestillo de cocción al vapor. E incluso el modelo de Woll que, plegable, sirve también como antisalpicaduras.
- Espátulas: las sartenes antiadherentes necesitan espátulas de madera o silicona para trabajar con ellas. De esta forma no se rallan ni pierden su antiadherencia.
- Ralladores: para el queso, la piel de cítricos, frutas y hortalizas, tarde o temprano se necesita un rallador. O los modernos sacapuntas de verduras. Imprescindible conocer los ralladores de Microplane, famosísimos por su eficiencia.
- Molde de pastelería. Está claro que en muchas casas no se utilizan, pero a poco que a uno/a le guste el dulce, no hay nada como los caseros. Moldes para galletas, tartas y bizcochos se vuelven entonces imprescindibles. Se han hecho muy famosos los moldes para bundt cakes de Nordic Ware.