La salsa de tomates es una de las más clásicas dentro del recetario internacional. Por eso, hay numerosas maneras de prepararla. ¿No estás del todo satisfecha con la manera en la que te sale el sabor? Entonces has llegado al post indicado. Analizaremos cuáles son algunos trucos de grandes cocineros y de recetas caseras para un sabor único en la salsa de tomate. A partir de allí, tus recetas tomarán otra dimensión de sabor.
Las ventajas de la salsa de tomate casera
Si bien en las tiendas y supermercados puedes encontrar diferentes versiones industriales de salsa de tomate, tomarse el trabajo de hacer salsa casera permite sacar el máximo provecho de esta verdura, son más sanas y el sabor es mucho más delicioso. Además, es fácil de preparar una vez que nos acostumbramos a ello.
Eligiendo ingredientes
Al haber tantas versiones diferentes, las cantidades pueden variar y también ingredientes alternativos. Esta es la lista que nosotros consideramos ideales para una salsa de tomate perfecta.
- 1 kilo de tomates frescos.
- 1 cebolla.
- Aceite de oliva.
- Sal.
- 1 cucharada de albahaca.
- ½ pimiento verde.
- 2 dientes de ajo.
- 1 cebolla.
Los tomates tienen que estar en buen nivel de maduración, este factor es fundamental para el resultado final de la preparación. El tomate bien maduro tiene más contenido de carne y agua, y la salsa queda más jugosa. El sabor es más dulce, evitando la necesidad de rectificar la acidez característica con edulcorantes alternativos como el azúcar. Las variedades de tomate más prácticas para la salsa son el tomate pera y el corazón de buey.
Consejos
- No incluyas harina ni otros espesantes.
- Utiliza tomates de temporada para un sabor más intenso y para evitar la acidez.
- En caso de necesitar rectificar la acidez de la salsa, puedes usar vegetales con retrogusto dulce, como es el caso de la zanahoria. De esta forma evitamos el uso de azúcar.