¿Cuántas veces hemos escuchado decir «no sabe freír un huevo» para referirse a alguien que no sabe cocinar? Sin embargo, habría que ver cómo le salen los huevos fritos a los que pronuncian esa frase, porque a todos nos ha pasado que nos han salido demasiado hechos o demasiado crudos.
Hoy vamos a darte unos consejos para que tus huevos fritos queden perfectos.
LOS INGREDIENTES
No sabe igual un huevo de gallina campera hecho en aceite de oliva, que un huevo de fábrica frito en aceite de semillas. ¡El primer paso para lograr un huevo frito delicioso es usar buenos ingredientes!
LA SARTÉN
También es importante utilizar una sartén adecuada. Nosotros os recomendamos las sartenes Tacaná SF3 de Jata, primero porque están cubiertas de una superficie antiadherente (libre de PFOA), que evitará que el huevo se pegue. Además, su cuerpo de aluminio forjado cuenta con un fondo difusor de inducción que reparte el calor, y permitirá que el huevo se haga por igual (o se hagan por igual, si hacemos más de uno). Además, las hay de varios tamaños, ideal para los que prefieren hacer los huevos de uno en uno, o en tandas.
LA TEMPERATURA DEL ACEITE
Es importante echar el huevo con el aceite bien caliente, para que no quede demasiado aceitoso. La sartén debe tener suficiente aceite para que el huevo «flote», y para comprobar la temperatura podemos salpicar alguna gota de agua. Si el aceite chisporrotea con ella, está listo. La clara la hacemos con el aceite algo menos caliente, y cuando casi está hecha entonces subimos un poco el fuego para que se termine de hacer y la yema quede jugosa.
SIN MIEDO
Muchas veces nos da miedo que nos salpique el aceite al romper el huevo, y retiramos demasiado éste al abrirlo. Esto provoca que, irónicamente, sea más probable que salpique. Además, la probabilidad de que la yema se parta al caer también aumenta. Otra opción es romperlo sobre un plato hondo, y desde ahí añadirlo a la sartén.
LA SAL Y LA PIMIENTA, AL FINAL
Es común que mucha gente eche sal a la yema cuando el huevo se hace. Sin embargo, la sal deshidrata la yema, provocando que quede más gomosa. Es mejor añadirle sal o especias al huevo cuando la yema ya se ha cerrado un poco.
¡Seguro que con estos trucos tu próximo huevo frito sale perfecto!