Llegar a un restaurante a comer, todo se ve bien, las mesas están ordenadas, las instalaciones se ven limpias, buena música a un volumen agradable, una flor en el centro de cada mesa ordenada dispuestas de manera estética. Tomamos un pedazo de pan de la canastilla que se encuentra al lado del florero mientras revisamos el especial del día cuando de repente se acerca el mesero a ofrecernos la carta… una persona con pantalones de mezclilla rotos, tenis sucios y rotos por el uso, una playera desgastada con el resorte del cuello demasiado grande y un mandil manchado de pintura ¿Se quedaría a comer?
Algunas personas dirían que sí, pero estando en la situación lo pensarían dos veces, ¿De verdad es tan importante el aspecto del mesero y del hostess para hacer una decisión sobre un restaurante? No sabemos cuál vaya a ser el aspecto del cocinero, si su ropa estará limpia y si su higiene personal empata con la higiene del restaurante. Parecería que no pero es muy importante para los comensales el aspecto de las personas que les atienden para definir su regreso al restaurante en cuestión.
Podemos ver que en los mejores restaurantes el código de vestimenta es muy estricto y no es sorpresa, en la industria de la comida todo debe ser impecable.
No solamente la comida le da a un restaurante una identidad propia, también el uniforme puede ayudar a que un restaurante se posicione bien entre los demás y que las personas recuerden el profesionalismo del mismo. Claro que debe existir un buen balance entre el concepto del negocio y el uniforme; debemos ponerle a nuestro personal uniformes que les permitan realizar bien su trabajo sin verse desaliñados, desde mandiles hasta pantalones que les hagan sentir que pueden desempeñarse adecuadamente mientras siguen representando al restaurante.
Dependiendo del giro del restaurante es como muchos restauranteros escogen sus uniformes: si son de lujo, escogen ropas más sobrias, si son restaurantes familiares es un poco más relajado el código de vestimenta mientras no haya la posibilidad de confundirse con los clientes y los restaurantes de comida rápida suelen tener mayores libertades al grado de poder escoger un uniforme más cómodo para realizar todo tipo de tareas. Sin embargo la mayoría son uniformes bordados con los logotipos del restaurante, ya que permite distinguir a cada trabajador y el rango que ostentan en el restaurante.
Todo uniforme debe ser pensado con la base de la comodidad y el respeto tanto hacia el cliente como hacia el trabajador, ya que si nuestro empleado no se siente cómodo con lo que usa, no desempeñará un buen trabajo.