Aliadas indiscutidas de nuestra cocina, las sartenes son herramientas que nos pueden ayudar a hacer de la cocina algo muy sencillo y agradable, siempre y cuando sean de buena calidad. Y esto tiene que ver con una característica muy importante en este tipo de accesorios de la cocina: el nivel de adhesión de las comidas. Una buena sartén debe permitir que lo que estamos cocinando no se pegue. De esta forma es más fácil la limpieza, la conservación del utensilio, y además los sabores de cada plato se conservan mucho más.
Pero además de la adhesión, es importante remarcar que existen una gran cantidad de opciones a la hora de elegir un tipo de sartén. Por eso las mejores y más variadas sartenes muchas veces las podremos consultar y revisar desde el punto de vista técnico, en la web, antes de ir con una idea en mente a comprarlas.
Tipos de sartenes
Las sartenes hoy en día vienen en muchos materiales diferentes. Existen juegos fabricados en cerámica, que se han vuelto muy populares en el último tiempo y presentan una buena capacidad antiadherente unida a un fácil mantenimiento.
Las sartenes clásicas de aluminio anodizado, que dependiendo la calidad tienen mayor o menor potencia antiadherente.
Las sartenes de acero inoxidable todavía se utilizan, pero menos porque no tienen capacidad antiadherente.
También hay sartenes con recubrimiento antiadherente que suelen ser muy populares por su precio.
Una vez considerado el tipo de sartén que mejor se adapta a nuestra cocina y a nuestro estilo gastronómico, es importante tomar algunos resguardos en el uso y conservación, para que las sartenes duren más tiempo. Por ejemplo:
- Usar una capa de aceite para lubricar la superficie y mejorar la cocción.
- Limpiar cuidadosamente con agua tibia.
- No utilizar esponja metálica, para evitar romper el recubrimiento de antiadherente.
- Usar una fina capa de aceite para alimentos delgados, evitando que se peguen.
- Usar una capa un poco más grande para alimentos gruesos, de forma que se cocinen con mayor intensidad.